La noche en Kiev terminó en tragedia. Misiles y drones rusos dejaron al menos 18 personas muertas, entre ellos varios niños, y decenas de heridos, mientras equipos de rescate aún buscan sobrevivientes entre los escombros.
El jefe de la administración militar, Timur Tkachenko, confirmó que tres niños de 2, 14 y 17 años están entre las víctimas, y el alcalde Vitali Klitschkó reportó que 40 de los aproximadamente 50 heridos fueron hospitalizados.
Volodímir Zelenski criticó la acción: “Rusia prefiere misiles antes que diálogo. Siguen matando mientras el mundo mira hacia otro lado”. El presidente ucraniano exigió sanciones adicionales y llamó a China, Hungría y a todos los que permanecen en silencio a reaccionar ante la ofensiva.