En un mundo donde la altura es vista de muchas formas, Maci Currin decidió transformar lo que muchos consideraban una «desventaja» en un poderoso símbolo de empoderamiento. A sus 22 años, esta texana de Cedar Park ostenta el título de la mujer con las piernas más largas del planeta, un título que no solo la ha llevado al libro Guinness de los Récords Mundiales, sino que también ha cambiado su perspectiva sobre sí misma y sobre lo que significa ser diferente.

Maci mide 2,08 metros de altura, y sus piernas, la izquierda con 135,267 cm y la derecha con 134,3 cm, son casi el 60% de su cuerpo. En sus palabras: “La altura es un regalo, y las mujeres altas deberían aceptarlo con amor”. Un mensaje claro que busca inspirar a otras personas a abrazar su cuerpo tal como es, sin complejos.

Pero la vida con piernas tan largas no es fácil. Desde los 15 años, Maci luchó con las dificultades cotidianas: ropa que no le quedaba, problemas para encontrar pantalones adecuados (sus jeans hechos a medida cuestan alrededor de 250 dólares) y una serie de obstáculos físicos que van desde agacharse para entrar a una puerta hasta meterse en un coche.

En 2018, a los 15 años, empezó a investigar sobre su peculiaridad y descubrió que podía ser la persona con las piernas más largas del mundo. Así comenzó su viaje hacia el récord, que oficialmente obtuvo a los 17 años, consolidándose como un referente en cuanto a aceptación personal y amor propio. “No dejen que nadie les cambie de opinión, sigan adelante”, es su mensaje a quienes la siguen, especialmente a las personas altas que alguna vez se sintieron fuera de lugar.

Pero no todo ha sido fácil. En las redes sociales, donde acumula millones de seguidores, Maci ha sido objeto de burlas y comparaciones con personajes como Slenderman. Incluso ha enfrentado críticas en su cuenta de OnlyFans, donde comparte contenido relacionado con su particularidad física. Sin embargo, ella ha dejado claro que el tipo de contenido que publica está lejos de las expectativas de desnudez que algunos puedan tener.

A nivel personal, Maci ha enfrentado incomodidad en su vida amorosa. “Cuando salgo con chicos mucho más bajos que yo, se sienten avergonzados”, comenta. A pesar de eso, no se deja vencer, y utiliza sus plataformas para empoderar a otros a sentirse cómodos con sus cuerpos. “Cuando era pequeña odiaba mi altura, pero ahora la veo como una ventaja. Soy única”, afirma.

Con su corazón puesto en la moda, Maci sueña con convertirse en la modelo profesional más alta del mundo. Mientras tanto, continúa siendo una inspiración para miles, mostrando que la verdadera belleza está en aceptarse a uno mismo tal como se es.

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