En un golpe certero contra el crimen organizado, las autoridades capturaron a José Francisco Contreras Gómez, conocido como Alfa 1, líder de la célula Los Escorpiones del Cártel del Golfo (CDG), acusado de ser el principal responsable de la masacre en el bar Los Cantaritos en Querétaro, ocurrida el 9 de noviembre de 2024. La operación, que involucró fuerzas de seguridad de varias entidades, también resultó en la detención de ocho individuos, incluidos miembros clave de la red criminal.
El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Omar García Harfuch, detalló que los operativos se llevaron a cabo en Querétaro, Guanajuato y Yucatán, y que entre los arrestados destaca Sandra León Moreno, alias La Patrona, pareja de Alfa 1, quien operaba como enlace dentro de la estructura criminal y coordinaba agresiones a rivales.
El ataque al bar Los Cantaritos dejó diez muertos y varios heridos, y se investiga como una represalia de los Escorpiones contra el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Se cree que la agresión fue una respuesta a un incidente previo en el restaurante Mr. Barbas. Las investigaciones apuntan a que Alfa 1 y su grupo criminal tenían fuertes vínculos con el Cártel de Santa Rosa de Lima (CSRL), y que la violencia en la región se intensificó tras la caída de El Marro en 2020.
A través de seis operativos simultáneos, las autoridades mexicanas lograron desmantelar parte de la estructura de Los Escorpiones. Se aseguraron vehículos, droga, armas de fuego y diversos objetos vinculados con actividades delictivas. En la captura, también fue detenido Reme, un presunto sicario de alto rango, en Yucatán, quien tiene nexos con los ataques en Querétaro y Guanajuato.
Además de los homicidios, la célula liderada por Alfa 1 es responsable de una amplia gama de crímenes, desde el secuestro hasta el robo de hidrocarburo y la venta de drogas. Las investigaciones también señalan que esta red criminal tiene una conexión directa con los movimientos del Cártel de Santa Rosa de Lima, lo que muestra cómo las alianzas entre grupos de la delincuencia organizada se han fortalecido en el centro del país.
García Harfuch destacó la colaboración entre los diversos niveles de gobierno, y agradeció el apoyo del gobierno de Querétaro en el operativo. «La detención de estos líderes es solo un paso más en nuestra misión de asegurar que la justicia prevalezca y que los grupos criminales no encuentren refugio», concluyó.
Con esta captura, las autoridades confían en debilitar una de las células más peligrosas del Cártel del Golfo, enviando un mensaje claro a los demás grupos delictivos: la lucha contra el crimen no se detendrá.