El clásico de Steven Spielberg, Jurassic Park (1993), marcó a una generación con su visión de los dinosaurios, pero varios detalles han sido refutados con el tiempo.
1. Velociraptores gigantes:
En la película se muestran como depredadores de dos metros, pero los fósiles indican que no pasaban de 70 cm. Además, no eran calvos: tenían plumas, algo que hoy se sabe gracias a hallazgos fósiles en China.
2. El plumaje oculto:
La imagen de dinosaurios escamosos y sin plumas quedó obsoleta. La ciencia ha confirmado que muchos de ellos —como el velociraptor o el microraptor— estaban cubiertos con plumas o protoplumas.
3. Dilophosaurus ficticio:
Contrario a lo que muestra el filme, este dinosaurio no escupía veneno ni tenía una membrana en el cuello. Era un depredador grande y ágil, pero sin trucos cinematográficos.
Estos errores fueron comprensibles en su época, pero hoy forman parte de una imagen que la ciencia ha superado.