Valeria Márquez, influencer de 23 años, no solo compartía tips de belleza y momentos de su vida en redes. También dejó pistas del miedo que la rodeaba.
La joven, que fue asesinada durante una transmisión en vivo desde su salón de belleza en Zapopan, Jalisco, había lanzado una advertencia días antes:
“Hago responsable de cualquier cosa que me llegue a pasar a mí y a mi familia a esa persona.”
Hablaba de una expareja. Nunca dio su nombre, pero medios reportaron que se trataba de un presunto líder regional del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
La Fiscalía estatal, sin embargo, asegura que no hay señalamiento directo contra nadie… aún.
El crimen fue tan brutal como público. Mientras transmitía en TikTok, Valeria contó que alguien había ido a buscarla con una excusa sospechosa. Bromeó nerviosa:
“A lo mejor me iban a matar.”
Minutos después, el mismo sujeto regresó, preguntó si ella era Márquez y le disparó. El horror quedó grabado en video, aunque su cuenta ya fue eliminada.
En uno de sus últimos clips, Valeria contó que había cambiado de vida.
“Ya bien rehabilitada, hermosa, ya cambié. Ya me dejé de bandidos. Pura niña bien.”
Tenía más de 100 mil seguidores en Instagram y TikTok, donde compartía rutinas de belleza y modelaje. También mostraba una vida que parecía retomar el rumbo… hasta que no la dejaron continuar.
Jalisco vive una crisis de violencia creciente. Pero este feminicidio, grabado en vivo y con advertencias previas, no es solo un caso más:
Es uno que grita frente a todos los que no escucharon a tiempo.
